MARTES 4 DE ABRIL DE 2000

Ť Lo conozo como una persona íntegra, expresa


Confía Zedillo en que la acusación contra Espinosa sea "infundada"

Ť Le preocupa que la PGJDF emita fallo considerado "contundente"

Contundente, el presidente Ernesto Zedillo afirmó ayer que espera que la acusación en contra de Oscar Espinosa Villarreal resulte "jurídicamente infundada" porque "es una persona en la que yo tengo confianza, que conozco como íntegra, trabajadora con vocación de servicio público".

Entrevistado ayer por Raúl Peimbert, de Multivisión, el jefe del Ejecutivo añadió que "lamentaría" que las impugnaciones hechas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en contra del ex regente capitalino sean motivadas "no por cuestiones jurídicas, que yo respeto más que nadie, sino por motivos políticos electorales".

En una conversación en la que se abarcaron temas que van desde el caso Colosio, la "traición" del general Jesús Gutiérrez Rebollo, los candidatos, las próximas elecciones presidenciales y los esfuerzos de su gobierno por establecer las bases de un desarrollo económico sustentable, el Presidente cuestionó a las autoridades capitalinas que le enviaron una carta -en respuesta a un primer comunicado en el que respaldaba a Espinosa-, emitiendo un fallo, "diciendo esto es contundente" y que cuentan con los elementos probatarios, lo cual "también me preocupa".

Precisó que "hay alguien más que debe acreditar si esos elementos son probatorios o no" porque "eso no es facultad ni del Presidente, ni de quien está haciendo la acusación. En este país hay un estado de derecho que tiene que ser respetado por toda la gente y eso incluye que quien tenga que determinar si algo es probatorio o no, lo haga y no otras personas".

Durante la conversación fueron evidentes los sentimientos encontrados del Presidente cuando habló de dos temas: Gutiérrez Rebollo y Colosio.

Respecto al primero, sostuvo que cuando fueron descubiertos los nexos del militar con el narcotráfico, vivió aquel momento "tan triste, tan amargo" al saber que aquel a quien había nombrado responsable operativo del combate al narcotráfico "traicionó al país", a una de las instituciones más respetadas que es el Ejército, "me traicionó a mí porque se le depositó toda la confianza". Ese fue "uno de los momentos más dolorosos de mi Presidencia", expresó.

"Imagínese que sentí, ahí se es como si me hubieran clavado una puñalada en el corazón o me hubieran dado un golpe brutal en la cabeza, ahí hay un sentimiento muy negativo, muy feo y ni modo, lo viví y que lástima".

También, cuando habló de la muerte de Luis Donaldo Colosio recordó que su compromiso al asumir la Presidencia fue el de hacer "todo lo que estuviera dentro de mi capacidad" para alcanzar la justicia y la verdad en el asunto.

Recordó que en aquellos momentos "el sentimiento que me dominaba era la tristeza y cuando uno está triste no puede tener miedo".

Del combate a la mafia, al narcotráfico, a la traición, "Ƒa qué le tiene miedo Ernesto Zedillo?". "Bueno, yo creo que un Presidente no debe tener ese tipo de pensamientos porque imagínese usted, cuando yo resulté candidato a la Presidencia, acababan de matar a mi amigo, al candidato de mi partido de la manera más cruel, si yo hubiera tenido miedo, sencillamente hubiera rehusado esa responsabilidad y de ahí para adelante".


Ť Compró hipoclorito de sodio a precios altos


Gasto indebido por $3.4 millones de Operación Hidráulica del DF, en 96

Raúl Llanos Samaniego Ť Una auditoría practicada por la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa (ALDF) a la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH) revela que en 1996 se incurrió en "erogaciones indebidas" por cerca de 3 millones 400 mil pesos, para la compra de hipoclorito de sodio, sustancia utilizada para desinfectar y potabilizar el agua que consumen los millones de habitantes de esta capital.

Los resutados de dicha fiscalización -ubicada con la clave ASC/105/96- establecen que la DGCOH pagó a la empresa proveedora Ergodic un precio superior al que existía en el mercado por cada tonelada de hipoclorito que le suministró y que causó una merma a las arcas públicas.

De hecho, las pruebas con las que cuenta la CMH revelan que esa firma compraba la sustancia a la empresa Industrias Químicas del Istmo (Iquisa) a precios menores a los que posteriormente revendía a la DGCOH, así por ejemplo se precisa que Ergodic adquirió, entre julio y septiembre de 1996, la tonelada a 660 pesos y la facturó a las autoridades en 824 pesos más IVA.

Para entonces, la CMH recomendó a la Secretaría de Obras que "ejerzan las acciones necesarias para que la citada empresa reintegre tres millones 398 mil pesos y su respectivo costo financiero al gobierno del Distrito Federal derivado de los pagos de lo indebido por ajustes de precios en la compra de hipoclorito".

Otra de las conclusiones a las que arribó la CMH es que la DGCOH carecía de "procedimientos y controles adecuados para el manejo y aplicación de las sustancias químicas y un inadecuado ejercicio en su presupuesto, al efectuar pagos indebidos y erogaciones inecesarias".

Es decir, que en 1996 -segundo año de la administración de Oscar Espinosa- se observó que en la referida dirección "se observaron diferencias importantes entre la concentración de hipoclorito de sodio pagado a los proveedores y el depositado en los tanques de almacenamiento; y la sustancia química es diluida sin que para ello se cuente con los instrumentos de medición, la orden formal y la supervisión requerida.

"Con las pruebas de consumo de hipoclorito se detectó que por el incumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSAI-1994, la DGCOH suministró 2 mil 475.6 toneladas de hipoclorito de sodio adicionales a las que debieron verterse".

Los informes de la CMH citan, con precisión que de acuerdo con la "Definición de la Base Operativa del Sistema de Desinfección", de la Dirección Técnica de la DGCOH, "utilizar el cloro en concentraciones por arriba de lo demandado puede ocasionar que se presenten algunos efectos adversos, entre otros, la posible formación de compuestos carcinógenos".

No sólo eso, la Contaduría Mayor de Hacienda resalta que hubo casos en que se suministraron a los pozos cantidades menores del hipoclorito con lo que la potabilización no fue satisfactoria, y de acuerdo con los estándares propios "una dosis inferior traería como consecuencia la presencia de organismos patógenos, lo que provocaría enfermedades infecciosas".