México D.F. Miércoles 20 de agosto de 2003
"Es lo que vamos a evitar", responde Hacienda
Alertan empresarios sobre crisis similar a la argentina
Las bancadas planean reforma sin gravámenes adicionales
ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS
En el arranque de los trabajos para legislar en torno a una reforma fiscal integral, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor Rangel Domene, advirtió sobre el riesgo de una crisis financiera similar a la que han enfrentado Brasil y Argentina de no tomarse a tiempo las medidas que permitan sanear las finanzas públicas y "poner al país en una verdadera senda de crecimiento y desarrollo económico y social".
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, rechazó tal riesgo: "Eso es lo que vamos a evitar, para eso estamos trabajando", mientras que el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, pidió no especular al respecto.
En la reunión en la sede del Senado se instaló el grupo que habrá de elaborar la propuesta de reforma fiscal; asistieron, además de Gil Díaz y Ortiz, otros representantes del gobierno, del Congreso, de los sectores privado y sindical y uno por parte de los gobernadores.
Los coordinadores legislativos de PRI, PAN y PRD coincidieron en que se requiere de manera urgente una reforma fiscal que dote de mayores recursos al Estado y active el crecimiento económico y la recuperación del empleo, pero sin incluir más gravámenes ni mayores tasas impositivas.
En el acto resaltó la ausencia de la coordinadora de los diputados electos del PRI, Elba Esther Gordillo, quien ni siquiera envió representante. En cambio estuvieron el panista Francisco Barrio Terrazas y el perredista Pablo Gómez Alvarez. Ambos, junto con el senador priísta Alejandro Gutiérrez, coincidieron en que la nueva reforma no puede ser un catálogo de más impuestos.
Gómez Alvarez advirtió que no habrá acuerdo en el Congreso si se insiste en una política que impide el desarrollo de un programa de inversión pública y espera que las "trasnacionales sean las únicas" encargadas de invertir en infraestructura y proyectos. "El principal problema del país es el estancamiento de la economía y la recesión del país", agregó.
Su compañero de partido, el senador Demetrio Sodi de la Tijera, uno de los impulsores de ese acuerdo, puntualizó que se trata de una reforma fiscal de largo plazo para evitar a fondo la evasión y la economía informal.
Ofrece Gil Díaz amplia colaboración
El presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Fauzi Hamdan, fue el moderador de ese encuentro, en el que se instaló la Mesa de Trabajo para la Reforma Hacendaria del Estado. En ese contexto el titular de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ofreció a los legisladores "amplia disposición para aportar documentos, información y análisis que el grupo requiera para llevar a cabo sus trabajos".
Gil Díaz indicó durante su intervención que comparte los objetivos de crecimiento con estabilidad, de mayor empleo, atención a las prioridades sociales, eficiencia en el gasto público, federalismo y en general todas aquellas metas relacionadas con un mayor bienestar para la población, los estados y municipios.
A su vez, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, destacó que el país se encuentra prácticamente en los últimos lugares en los rubros de gasto e ingreso en relación con las naciones desarrolladas e incluso con las de América Latina, lo que se debe a un problema de insuficiencia fiscal que lleva décadas.
Para resolverlo es necesario, afirmó, una mayor inversión pública y reducir la dependencia de los ingresos petroleros.
En tanto, el senador priísta Alejandro Gutiérrez dijo que en una primera etapa el nuevo ordenamiento debe establecer mecanismos de certidumbre que eliminen la ruleta fiscal, que cada diciembre reinventa la estructura, al cambiar las reglas del juego e impedir la planeación a largo plazo.
"La reforma debe contemplar la ampliación de la base tributaria mediante el combate a la evasión fiscal y promover la cultura de pago de impuestos con esquemas de certidumbre hacia el contribuyente". El senador priísta expuso que la reforma hacendaria "no significa únicamente el incrementar los ingresos del gobierno federal, sino que debe considerar un mayor grado de eficiencia en la asignación del gasto público, así como destinar mayores recursos a proyectos productivos que permitan el desarrollo sostenible y sustentable de largo plazo", agregó.
El coordinador de los diputados electos del PAN, Francisco Barrio, coincidió en que la reforma fiscal no puede ser un catálogo de nuevos impuestos ni un aumento indiscriminado en las tasas impositivas, sino que debe generar mejores condiciones de vida para los mexicanos, con metas de aquí a 20 años.
En tanto, en nombre de los empresarios, el presidente del CCE, Rangel Domene, pidió una reforma integral, que aborde la parte tributaria, pero también la del gasto público y el federalismo. Desde su óptica, la población y las empresas difícilmente estarán de acuerdo en pagar más impuestos si al mismo tiempo no se hace un esfuerzo profundo para racionalizar y reorientar el presupuesto a la atención de la seguridad, el empleo, además de atractivas oportunidades de inversión.
La reforma, explicó, debería incluso permitir que bajen las tasas impositivas al consumo y a la renta, a través de ampliar la base tributaria y eliminar al máximo tratamientos preferenciales y exenciones. Lanzó luego la advertencia de que puede haber en México una crisis financiera similar a la de Argentina y Brasil de no lograrse en el corto plazo un acuerdo en materia hacendaria.
A su vez el mandatario de Baja California, Eugenio Elorduy, quien llevó las propuestas consensadas por la Confederación Nacional de Gobernadores, entre ellas que en el presupuesto se otorguen facultades a los estados en determinación y distribución de fondos de aportaciones en educación y salud.
La reunión de las comisiones de trabajo se fijó para el día 27. "Suscribo todo lo que aquí se ha dicho", comentó al final Gil Díaz. Gómez señaló que ojalá no todo quede en buenas intenciones.
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