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México D.F. Miércoles 20 de agosto de 2003

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

La batalla del yuan y el dólar

China aprovechó el clima de globalización mercantil para ser la primera manufacturera
ƑCorea del Norte a cambio de la no revaluación del yuan?

EN VISPERAS DE LA trascendental cumbre hexapartita en Pekín a finales de agosto sobre el contencioso sensible de Corea del Norte, las dos superlativas potencias nucleares del planeta realizan sendas maniobras navales y terrestres de amplia envergadura en el Lejano Oriente. Estados Unidos y Corea del Norte iniciaron sus "juegos de guerra", que se basan en una guerra computacional simulada contra Corea del Norte. Steven Weisman refiere que "Estados Unidos enviará señales a Corea del Norte por medio de ejercicios navales" (The New York Times, 18/8/03), como si Pyongyang necesitara señales adicionales sobre la "guerra preventiva neoimperial" en medio de la "guerra permanente" que han diseñado los straussianos.

LAS MANIOBRAS SE LLEVARAN a cabo en el mar de Coral, al noreste de Australia, país que también participará en los ejercicios navales anglosajones y que los jihadistas islámicos de la zona describen como el "nuevo Israel" de la Cuenca del Pacífico. Como una provocación lleva a una reacción, la armada rusa se ha adelantado, una semana antes de la reunión hexapartita sobre Corea del Norte, con una serie de ejercicios navales en el Lejano Oriente en los que participarán Corea del Sur y Japón. Como precaución, Rusia invitó a Estados Unidos, pero el ultrahalconazo Donald Rumsfeld adujo que la invitación "llegó tarde" (Pravda, 18/8/03). Lo real es que los estrategas rusos manejan el escenario nada improbable de una guerra preventiva en contra de Corea del Norte y se preparan para las contingencias.

EN ESTE CONTEXTO DE exhibición muscular a la usanza de los primates ha arreciado la guerra financiera global de la divisas en la que el yuan chino, popularmente conocido como reminbi, no es ajeno. Las presiones de los medios anglosajones adscritos a Wall Street y la City han sido intensas, así como la reacción de los chinos ha sido a la medida. Sucede que la devaluación del otrora omnipotente dólar ha beneficiado más a China, que mantiene al yuan fijo al billete verde, lo cual lleva a su automática devaluación que le rinde beneficios con mercancías todavía más competitivas. Hong Kong -que mantiene también una paridad fija con el dólar estadunidense, pero bajo el modelo desastroso de la "convertibilidad" (currency board) que llevó al cataclismo a la "Argentina neoliberal" menemista- pertenece a China ("dos sistemas y un solo país") y constituye su plaza financiera de oxigenación.

UN EDITORIAL DEL PERIODICO oficial Diario del Pueblo (18/8/03) rechaza que "la pérdida de empleos en Estados Unidos sea culpa de China". Es común que los estadunidenses, que no saben perder, le echen la culpa a los demás de sus propios errores y el editorial chino les recuerda que su éxito es producto de la "restructuración global", eufemismo para condensar que China se convirtió en un fenómeno mercantil que tomó desprevenidos a muchos de sus cándidos competidores (v. g., los neoliberales zedillistas-foxianos): el centro manufacturero del mundo, no solamente por el simplismo de los bajos costos, sino también por otra serie de factores sinergéticos de los que carece Estados Unidos, que ha mostrado a la luz del día la miseria de su planta industrial, desmantelada por la sicótica "desregulación" que beneficia únicamente a una plutocracia sedienta de sangre, dinero y poder, en detrimento del "bien común".

LO MISMO HA SUCEDIDO en el comercio entre China y Japón (la potencia exportadora y segunda superpotencia económica global), cuyos intercambios alcanzarán 130 mil millones de dólares en los próximos dos años: "Japón sigue siendo el principal socio comercial y la principal fuente de importaciones, así como el tercer mercado exportador de China" (Diario del Pueblo, 18/8/03). Un yen nipón revaluado y un yuan chino, cada vez más devaluado por su fijación al dólar, profundizarán las inversiones de Japón en China y las exportaciones de China hacia Japón, por lo que se pronostica que el año entrante la economía china se acelerará aún más para llegar a los linderos de 10 por ciento anual, pese a los avatares del síndrome de neumonía atípica.

EL DESLUMBRANTE ECONOMISTA Stephen Roach, de la correduría Morgan Stanley, quien conoce muy bien el mercado chino, presagiaba desde el 14 de julio que China sería tomada como chivo expiatorio por las calamidades económicas y financieras de Estados Unidos -punto de vista que luego retomó en un artículo, "La hipocresía de golpear a China" (The Financial Times, 6/8/03). En este "juego de culpar a los demás", que Estados Unidos practica con singular alegría, "la opinión mundial se ha vuelto crecientemente unida en presionar a China para revaluar su divisa y así impedir la amenaza (...) de una economía china acelerada".

ROACH ENFATIZA QUE "mientras el mundo industrial ronda en cerca de 1.5 por ciento, la producción industrial de China es de un asombroso 16.9 por ciento (...) con exportaciones aumentando a 32.6 por ciento". En su viaje a Pekín, donde se reunió con los funcionarios chinos, quienes mantienen incólume la fijación del yuan al dólar, Roach les aconsejó mantener la misma política paritaria que fundamentó en tres razones:

1. "LA CONFUSI0N SOBRE el carácter de la amenaza exportadora china": no existe tal captura de la participación del mercado por las compañías chinas: "La real dinámica exportadora china proviene de las estrategias conscientes de deslocalización (Nota: el famoso outsourcing) de las trasnacionales occidentales, más que del rápido crecimiento de las compañías domésticas chinas". Las "empresas extranjeras de inversión" (FIE, por sus siglas en inglés), es decir, "las subsidarias chinas de las trasnacionales globales y las alianzas estratégicas con los asociados industriales del mundo representaron 65 por ciento del aumento acumulado del total de las exportaciones chinas" en el intervalo de 1994 a la mitad de 2003 cuando "triplicaron hasta alcanzar 365 mil 400 millones de dólares". Roach recuerda que el año pasado las "inversiones extranjeras directas" (FDI, por sus siglas en inglés) por "52 mil 700 millones de dólares, que convirtieron a China en el principal receptor de FDI a escala global" (Nota: equiparable a todo lo que se invierte en Latinoamérica, donde, por el contrario) han descendido dramáticamente con todo y el nefario Consenso de Washington, el decálogo neoliberal globalizador. Una devaluación del yuan, a juicio de Roach, "desestabilizaría esta simple cadena que se ha convertido en integral a los nuevos modelos de producción";

2. "CHINA NO COMPITE CON base en una divisa devaluada, sino en términos de costos laborales, tecnología, control de calidad, infraestructura, mejoría de su capital humano, y la pasión y compromiso por la reforma." No faltarán quienes critiquen algo de subjetivismo apasionado en Roach y le refresquen la memoria con una fila de ausencias reformistas en el putrefacto sector bancario chino, donde se han acumulado deudas incobrables y cuentas tan tramposas como las de Japón y la dupla Wall Street-la City. Pero lo esencial de su afirmación se subsume en que "aún con una devaluación de 10 por ciento del yuan (...), sus exportaciones sufrirían una pérdida mínima en su participación del mercado", lo cual suena muy convincente; y

3. "DEBIDO A LA CRITICA lección de la crisis financiera de Asia en 1997-98" sería prematuro y arriesgado para China poner a flotar su divisa, si antes no realiza sus reformas financieras (...): apertura a los capitales y saneamiento de su sistema bancario para que su divisa sea totalmente convertible".

ROACH AGREGA OTRAS consideraciones para no revaluar el yuan, como "la intensificación de presiones deflacionarias importadas en la economía china que acaba de sortear una deflación, así como el posible estallido de burbujas en otros mercados de capitales, como los bienes raíces", y refiere un ensayo de su colega Andy Xie, de Morgan Stanley, quien en un artículo, "Falacias de la revaluación" (11/6/03) puntualizó (citado por Roach) que "países pobres como China nunca cerrarán la brecha en el desarrollo con los países ricos si son repetidamente obligados a revaluar sus monedas".

TAMBIEN COMENTA EL GOLPETEO de Japón (al que se ha sumado Corea del Sur), que culpa a China de "la exportación deflacionaria y el socavamiento del mercado laboral nipón", por lo que recuerda a Tokio su "espectacular emergencia con una divisa devaluada (...): es hipócrita que Japón critique a China de emular una estrategia que fue primordial en su propio modelo de desarrollo". Por último, Roach aborda la postura de Estados Unidos, cuyo "principal déficit comercial es ahora con China: 103 mil millones de dólares en 2002" y que en otras ocasiones ha señalado como producto de la ausencia de ahorro doméstico (Nota: a diferencia de los chinos) y de un dólar sobrevaluado.

EN EL ARTICULO DEL Financial Times (6/8/03), en el cual actualiza sus asertos, Roach afirma que a las presiones para revaluar el yuan se han sumado Alan Greenspan, el gobernador malhadado de la Reserva Federal, y John Snow, el opaco secretario del Tesoro. Los europeos no se quedan atrás, "creen que la paridad fija de un dólar por 8.3 yuanes significa que el euro mantendrá una parte mundial desproporcionada al ajuste a un dólar más débil".

ESTE ES UN PUNTO NODAL que refleja que el juego de las geofinanzas no se escenifica en un sistema cerrado sin correlatos geopolíticos, los cuales, a nuestro juicio, no aborda con propiedad el gran economista Stephen Roach, quizá porque carece de una cultura geopolítica.

LO QUE PASA ES QUE CHINA, con una economía mixta y sus regulaciones inteligentemente selectivas, aprovechó al máximo el clima de la globalización mercantil (todavía no entra a las grandes ligas de la "globalización financiera" donde Hong Kong ha brillado intensamente) para posicionarse como la primera potencia manufacturera del planeta, mientras México era descuartizado tanto por la globalización financiera -el efecto Tequila, corresponsabilidad de Salinas y Zedillo, uno por haberlo sembrado y el otro por haberlo implementado estupendamente, lo sacó de la jugada y lo abandonó a la deriva sin bancos domésticos cuando el juego mundial es financiero- como ahora por la "globalización mercantil", donde China y la codicia mercantil de Estados Unidos -nuestro "socio" en el NAFTA, que no se tentó el corazón en arrojar al basurero al gobierno Fox para obligarlo desde el precipicio a privatizar el sector energético en beneficio de la quebrada gasocracia texana- le propinó el tiro de gracia. Se desprende que el "México neoliberal" no es un modelo a seguir por nadie, menos en el ambiente globalizador, donde China y su economía mixta brillan paradigmáticamente.

UNA DIVISA ES MUCHO MAS que una vulgar compra-venta de mercancías, como alucinan los reduccionistas neo-liberales, y no pocas veces en la historia de la humanidad y de los imperios refleja la omnipotencia del líder del sistema mundial vigente.

LA LEGENDARIA PERFIDIA anglosajona (Lex: Divisas; The Financial Times, 31/7/03) manifiesta perfectamente cómo la geopolítica se complementa a las geofinanzas y augura los trueques por venir que van desde el silencio de Estados Unidos sobre Japón, su anterior "favorito" en la primera línea de golpeteo, hasta la postura que asuma China frente a Corea del Norte, que muy bien puede pagar los platos rotos de la revaluación del yuan. ƑCorea del Norte a cambio de la no revaluación del yuan?

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