.. |
México D.F. Miércoles 20 de agosto de 2003
Ricardo Borja exhibe 26 cuadros y una escultura
Rizoma, exposición de obras interrelacionadas
Observar el conjunto genera un nuevo elemento, afirma
MERRY MAC MASTERS
Rizoma, de acuerdo con el diccionario, significa "tallo subterráneo que tienen ciertas plantas". El pintor Santiago Borja (ciudad de México, 1970) tomó esa palabra del libro homónimo de Gilles Deleuze y Felix Guattari, en el cual se propone un sistema filosófico en el que todo está interrelacionado, y la trasladó a su exposición en la galería José María Velasco (Peralvillo 55, colonia Morelos), donde estará hasta el 7 de septiembre.
La muestra Rizoma, de Borja, consta de 26 cuadros, como si cada uno fuera la consecuencia del otro, y una escultura.
Borja explica: "Lo que se pretende, además de apreciar la obra en forma individual, es que se viera como una interrelación de piezas que genera un tercer elemento. A pesar de que el origen de las piezas es muy abstracto, pues parto de manchas y dibujos con aguadas, trato de ir depurando y buscando las que siento sugieren formas tanto de la natualeza como del cuerpo. A la hora de pintar exagero un poco esos rasgos para que haya ciertas sugerencias de estructuras que uno puede medio identificar, pero no bien. En realidad no se sabe de dónde vienen o de qué tratan, pero uno empieza a establecer referencias y van surgiendo cosas".
En cuanto a la escultura, su origen es similar, ya que "proviene de un alambre que simplemente está retorcido y no hay mayor intencionalidad. Aquí el experimento consiste en ver si podía tomar sentido algo que de entrada no lo tiene. Con sentido quiero decir comunicar algo, transmitir alguna emoción, sensación, a pesar de que es totalmente azaroso".
Con una larga lista de estudios, que van desde haberse recibido de arquitecto, así como residencias de trabajo en Polonia e Inglaterra, Borja lleva siete años de pintar y hacer escultura. Su búsqueda formal siempre ha tenido que ver con "estas cuestiones orgánicas y de referencias a la naturaleza", aunque la apariencia de la obra ha cambiado mucho. Ha experimentado con muchas formas de pintar, desde "cosas muy saturadas, hechas con espátula, de un modo muy accidental, hasta este tipo de pintura que se fue depurando, limpiando. Ahora presento esta obra con los fondos blancos, muy sencillos en cuanto a color. Grandes partes casi como en blanco y negro, como grisallas, y con una técnica muy tradicional, digamos, basadas en veladuras".
|